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En un mes de 2020, en mitad del aislamiento de Colombia y el en final de éste en Cataluña, (Europa).

 

8:12 a. m.

César Aristizábal (C, A): Ante la situación descrita en el párrafo anterior y teniendo presente su trabajo, en Revista TAKIQ queremos saber algunas cosas:

 

¿Qué opinión tiene de la autocensura en tiempos donde los extremismos están aumentando?

 

8:19 a. m.

Luis Quiles (L, Q): Ahora hay una pinza en forma de censura desde la derecha y desde la izquierda. Editores, productores, autores tienen miedo a campañas mediáticas en contra. Las pataletas en redes sociales ya han conseguido que algunos den marcha atrás, o que autores se autocensuren para curarse en salud.

 

8:20 a. m.

La censura es una de mis guerras particulares. He tenido problemas de censura desde que empecé a publicar. Siento aberración por la moralidad con la que se ataca a la cultura. Gente que está ofendida desde que se levanta hasta que se acuesta. Muchos no se dan cuenta de que la suciedad la traen ellos en su mirada y en sus prejuicios.

 

C, A: ¿Cómo hacer procesos de creación y divulgación para que más personas puedan conocer su trabajo, qué tanto aportan las redes?

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8:24 a. m.

L, Q: En mi caso no dedicó mucho tiempo a cómo hacer llegar mi trabajo a la gente. De hecho me escribe gente diciéndome que mi marqueting es una mierda. Creo que es imprescindible dominar esa faceta, pero simplemente no se me da bien. La repercusión que ha tenido mi trabajo en internet ya sido más un accidente que algo buscado

 

8:26 a. m.

En el caso de las redes sociales, mucha gente cree que las odio. Pero no es así. Mi problema es con el uso que mucha gente les da. Con comportamientos que hemos normalizado en las redes, igual que en la vida real. Lo de marca personal a veces desgasta un poco y puedo alejarlo a uno de lo fundamental.

 

 

C, A: ¿De qué forma ha ido evolucionando su trabajo al margen de las redes sociales, toda vez que en Revolutionary road 2.0 hay una crítica tan interesante a este mundo mediado por las pantallas, lo superficial y la sociedad del espectáculo?

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8:29 a. m.

Vivimos en una época en la que parece que todos estamos concienciados con todo, y puede ser, pero cuando miro también veo banalidad y egocentrismo como nunca había habido.

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8:30 a. m.

Se están tomando las redes demasiado en serio. Lo serio es lo que pasa fuera, en el mundo real. Hay mucha gente acartonada que parece que se ha acabado creyendo su personaje en las redes.

 

C, A: ¿De qué manera ha ido desmarcándose de lo usual, es decir en qué momento sus trazos e ideas se establecen como una protesta a las injusticias de las mayorías?

 

8:33 a. m.

L, Q: Cuando empecé con estos dibujos hace ya muchos años lo hice para mí. Necesitaba sacar cosas de dentro. Tardé no sé si uno o dos años en enseñarle los dibujos a alguien. Solo un par de amigos los vieron

 

8:34 a. m.

Intento dibujar igual que cuando empecé. Sin pensar en lo que la gente espera que haga.

 

8:35 a. m.

No me gustaba el mundo en el que vivía. Y necesitaba sacar eso de alguna manera. Sigue sin gustarme el mundo en el que vivo. Sé que unos pocos dibujos no van a cambiar nada, pero no sé hacer otra cosa

 

C, A: ¿Cómo piensa que este momento histórico afecta a los proyectos culturales, sabiendo que los recortes de la mayoría de gobiernos en el mundo vienen para este sector?

 

8:36 a. m.

L, Q: Nunca me he subvencionado con dinero público. Tampoco tengo agente, o un jefe al uso. Vivir un poco al margen de todo es un riesgo porque no sé dónde voy a estar en unos meses, pero también da la libertad de que no estás tan sujeto a los altibajos del mercado, las tendencias y demás...

 

8:39 a. m.

Casi todos mis trabajos los hago sin recibir dinero. Cuando tengo suficiente material edito un libro financiado por crowdfunding. Así financio mi siguiente trabajo. Con la recaudación que dio el anterior. Es arriesgado, pero es la forma más libre de trabajar que he encontrado

 

8:41 a. m.

Igualmente mi trabajo creo que no encaja mucho en editoriales convencionales. No tengo límites en las temáticas de mis dibujos. Y en eso las editoriales casi siempre quieren meter tijera.

 

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